miércoles, 11 de noviembre de 2015

Mi experiencia con termogenicos

Hola chicas ¿qué tal estamos?
estamos en el ecuador de la semana y me he lanzado a escribir un post que ya hacía tiempo que quería hincarle el diente, se trata del uso de termogenicos.


Ara cosa de seis meses o un poco más los probé para aumentar el rendimiento de mis entrenamientos y perder peso en general. La verdad es que quilo arriba quilo abajo estoy estupenda así que no era algo que necesitara sino que los probé más por curiosidad. Pero vamos por partes:  
Un termogenico es una sustancia con acción “quema grasas” propiamente dicha. Funciona acelerando nuestro metabolismo a nivel basal, con esto se entiende que por “vivir” es decir solo respirar y ese tipo de actividades a nivel interno, quemas más de lo normal.
 Hasta aquí todo maravilloso, pero ahora toca hablar de que componentes aceleran el metabolismo para hacer esta clase de “milagros”. Son compuestos acelerantes principalmente del tipo de la Cafeína y el Guanana que nos ponen espitosas, y el cromo, que tiene la virtud de hacernos perder el apetito además de acelerar el pulso cardíaco.

La verdad es que no digo nada que no se pueda leer en un prospecto o en una recomendación, pero como es un blog dedicado a consejillos de diferentes temas pues os voy a contar como me sentí.
Estos productos llegaron a mí de forma casual, yo soy dietista y sabia mucha teoría de ellos aun así siempre me había negado a usarlos porque considero profesionalmente que la balanza tiende a los inconvenientes más que a los resultados, pero el caso es que a cierta persona que aprecio mucho se los habían recomendado muy fervientemente así que me pidió que la acompañara a comprarlo. Curiosamente la chica que los recomendaba también era la que los vendía y tenía como 25 años menos que a la chica a la que yo acompañaba, no conocía el producto (no se había leído la etiqueta) tampoco tenía el vademécum (que todos los productos de este estilo tienen), ni por supuesto formación alguna en temas de salud ni nutricionales más que alguna búsqueda en Internet. También supe posteriormente que tampoco tenía contrato laboral (en fin).


Para el caso es que compremos las dichosas pastillas y me anime a probarlas, el envase decía 2 capsulas antes de cada comida, pero como padezco del estómago me lo tome después de desayunar fuerte en la universidad.
Lo primero que sentí fue una sensación de ardor con reflujo ácido con sabor a pimienta negra (uno de los componentes del producto) después taquicardia, sudoración… la verdad es que me sentía morir…  y mucho eso si perdí el apetito y al pesarme en casa había perdido 100 gramos.
Lo tome un par de días más pero reduciendo la dosis y note que estaba como mas cabreada con el mundo (de lo normal) más tarde me entere que otro de los efectos es la irritabilidad.




Quiero recalcar llegado a este punto que no estoy haciendo un manifiesto contra el uso de estas sustancias pues a veces sí sé que voy a tener un día largo y después querré ir a entrenar pues me tomo uno, siempre de tanto en tanto, no como norma. A más chicas hay un montón de alternativas menos agresivas como son el té rojo o el café verde. Simplemente id a sitios donde conozcan verdaderamente el producto, gente con un poco de conocimiento que os pueda asesorar bien y que aparte de ganas de vender tenga un poco de criterio en su trabajo.
En fin chicas espero el post de hoy os haya gustado y que si tenéis dudas, curiosidades, quejas u opiniones sobre el tema las expongáis en los comentarios.



Un besazo y feliz día.  

2 comentarios:

  1. Hola: ya leo tu experiencia con los termogénicos. Fuiste muy valiente en tomarlos. Preferiría otras alternativas como el té. Nadie sabea cienciacierta las consecuencias a largo plazo.

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  2. Yo no sé si me atrevería a tomarlos. Es cierto que he tomado quemagrasas, pero intento que sean lo más naturales posible (té rojo, chitosán- estos son los que mejor me han ido siempre). Un besote

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