miércoles, 29 de junio de 2016

Nuestros Viajes: Mi viaje express a Roma.

Roma es una ciudad en la que he estado muchas veces, pero la mayoría de ellas ha sido para hacer transbordo. Aun así hace ya unos años dediqué una semana en visitarla a fondo. Pero desde entonces no había vuelto para visitar la ciudad.

Para mi Roma es una ciudad importante, en parte es mi razón de ser ya que toda mi vida académica gira en torno a los inicios de esta ciudad, a sus antiguas gentes y a su antigua lengua pero más allá de eso me parece que toda ella es belleza y no me canso de ella.

En esta ocasión disponía de tres días libres en la oficina y los precios de los vuelos estaban extraordinariamente bajos (115€ ida y vuelta para dos persona, increíble) además mi pareja no había estado nunca ahí así que no tuvimos que pensarlo mucho.

Disponíamos de domingo, lunes y martes para disfrutar la ciudad, no es mucho para una ciudad con tanto que hacer. Además para programar las visitas había que tener en cuenta que los lunes es el día de descanso de la mayoría de museos con lo que las actividades culturales quedaban un poco limitadas ese día.

Al final decidimos ser prácticos y ver todo lo posible, pero reservando algunos enclaves especiales para una futura visita.

Piazza Navona

Nuestro primer día, el domingo, lleguemos a la ciudad pasado el mediodía.

Empezamos nuestra ruta cultural en el Museo Nazionale Romano, el las termas de Diocleziano y el Palazzo Massimo. Este museo comprende varios yacimientos arqueológicos y museos y tiene varias entradas combinadas para entrar a ellos, es bastante económico y en ellos albergan algunas piezas arqueológicas muy importantes, pero ¡ojo! Son museos densos y pueden ser un poco cansados para el público general.

La entrada a estos dos museos también incluye la entrada al Palazzo Altemps y a la Crypta Balbi que visitemos el martes.

Pantheon

Después de estas visitas y para despejarnos dimos el tradicional paseo hasta el puente de Sant’Angelo bajo un aguacero considerable, pasando por Fontana di Trevi, Pantheon y Piazza Navona.

Afortunadamente el lunes amaneció despejado, así que iniciamos nuestra ruta con un agradable paseo por los jardines de la Villa Borghese. Desde ahí volvimos al centro histórico pasando por la Piazza del Popolo y siguiendo la Via del Corso.

Villa Borghese

En esta zona, llamada el Tridente, hay muchas cosas interesantes para visitar como Piazza Spagna con su famosísima escalinata y, para los amantes de la historia, también están ahí el Mausoleo de Augusto y el Ara Pacis Augustae, una auténtica maravilla del culto imperial.

Siguiendo un rapo por el lado del rio se puede llegar al puente Fabricio por el que se puede cruzar a la Isola Tiberina, una pequeña isla fluvial que alberga una pequeña pero bonita iglesia.

Volviendo por Ponte Palatino ya se puede uno sumergir en la ciudad romana, con el Templo di Ercole Vincitore, el Circo Massimo y un poco más allá el Coliseo y los restos de los Foros.  



Y para acabar bien el día nos dimos una vuelta rápida por el Vaticano.

El martes fue nuestro último día en la ciudad eterna y lo dediquemos a visitar el Palazzo Altemps y la Crypta Balbi y a buscar algún recuerdo para nuestros familiares.

Fue una escapada corta pero intensa, sé que dejemos muchas cosas pendientes, pero una profesora mía me dijo una vez que siempre hay que dejar algo sin visitar para poder volver.  El caso es que hace dos meses del viaje y ya volvería (además escribir esta reseña del viaje me ha dado unas ganas locas de volver).

Espero que os haya gustado el post de hoy, viajad mucho.

La Strega ignorante

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